Recientemente vi la serie Conexiones: La ciencia detrás de todo en Netflix que explora la forma en la que estamos conectados al mundo y al universo.
Latif Nasser es el protagonista nerd y habla de cosas muy curiosas como el viaje intercontinental que recorre cada año el Polvo del Sahara, hasta temas tan complejos de entender como la Ley de Benford.
La idea de este programa es demostrar que el mundo funciona a través de interconexiones profundas, solamente que es difícil notarlo a simple vista.
Esto me hace pensar en las posibilidades que la mente humana tiene para crear sinergia desde su propia autenticidad.
Vivimos en un mundo diverso, lleno de amenidades. Somos producto de una serie de conexiones humanas y materiales que suceden en cada lugar del planeta y que surgen de las distintas culturas, costumbres, lenguajes y creencias propias de cada tribu.
De todas esas características que percibimos se forma nuestra propia personalidad y por consiguiente la originalidad en lo que cada quien hace.
Eso para mí es creatividad en su estado más puro. La suma de los efectos colectivos en pro del potencial individual.
El salir de la comodidad rutinaria para hallar el efecto sinérgico del mundo que habitamos, sabiendo que está ahí en la capa más profunda de nuestra realidad.
Es responsabilidad de cada quién hallar esas conexiones y también de enfrascarnos en una acción conjunta para hacer algo de valor con esos recursos.