El Multitasking es una aparente “capacidad humana” de llevar a cabo varias tareas o actividades a la vez, sin embargo si queremos sentirnos con más energía y tener un mejor rendimiento, practicarlo no es la mejor idea.
Supongamos que hay una persona que domina y posee una experiencia elevada en alguna tarea en específico. Él o ella tiene la capacidad para desarrollar su trabajo en un menor tiempo y con una mejor calidad comparado con quién está en sus inicios.
Sin embargo, esto no sucede así como resultado de que la persona con experiencia haya diversificado su atención en varios temas a la vez, más bien ha sido a causa de un enfoque o especialización granular.
En la mayoría de ocasiones esa eficiencia es gracias a la habilidad que tiene la persona para sacar ventaja de sus fortalezas y ponerlas a disposición en una sola actividad.
También sucede a nivel colectivo con las cadenas de suministro, en las cuáles existen diversas áreas de enfoque.
Y cada una de estas áreas se encarga de una parte del proceso que hace que la materia prima se convierta en un producto terminado disponible para su venta.
Por supuesto que todos esos departamentos son igual de importantes y la clave para que toda la cadena funcione, es impulsar a los equipos de trabajo involucrados en cada área para que desempeñen un trabajo sumamente focalizado.
A nivel personal funciona de manera similar. Cada uno de nosotros tenemos que poner atención a diferentes áreas de nuestra vida. Ejemplo: Salud, Finanzas, Ámbitos Social y Profesional y demás.
En ocasiones lo que nos detiene a avanzar con determinación es intentar hacer cambios radicales al mismo tiempo en cada una de estas áreas.
Considero que es el camino más rápido para desestabilizarnos, cuando en el día a día queremos resolver a la vez cada uno de los problemas que se nos presentan.
Comenzamos a vivir en modo “malabarista” y esto lejos de empujarnos hacia adelante, nos produce una sensación de que hacemos mucho pero avanzamos poco.
En los últimos meses, he estudiado mucho este tema; investigando e implementando técnicas para avanzar en distintos aspectos de mi vida de manera más sostenible y ordenada.
No ha sido tarea fácil, pero he construído cimientos que estoy seguro me harán más eficiente.
Por ejemplo desde que comencé a aplicar la Técnica Pomodoro; he aprendido a enfocar mi atención en una tarea a la vez durante intervalos de tiempo definidos.
Hacer esto me permite entrar en un estado de inmersión absoluta con lo que hago, como en este caso es el escribir este artículo.
Neurológicamente nuestro cerebro es capaz de fluir con lo que hacemos siempre y cuando lo entrenemos sentidos para que entre en un estado de concentración total.
A esto se le conoce como Monoidealismo y es exactamente lo opuesto al Multitasking. Se entiende fácil pero llevarlo a la práctica es complejo sobre todo con las mil distracciones que reclaman nuestra atención hoy en día.
En mis próximos artículos compartiré distintos métodos, técnicas y herramientas para entrar en ese estado de flujo que nos permite avanzar en nuestras actividades diarias de una manera más sana.
Por ahora me interesa que te quedes con la idea de que el Multitasking no es una buena estrategia si te quieres enfocar en lograr más.