Aburrimiento, Un Detonador Creativo

¿Existe espacio para que seamos creativos cuándo dependemos tanto de estímulos externos?

La vida humana en la actualidad está repleta de múltiples distractores que demandan nuestra atención.

El aburrirse, durante mucho tiempo ha sido visto como sinónimo de pereza y sucede que es todo lo contrario.

Los momentos en los que NO hacemos nada activan partes únicas de nuestro cerebro, lo que permite la generación de conexiones neuronales que de otra manera no surgen.

La imaginación es en gran parte un proceso cerebral espontáneo e involuntario.

Ian Spalter líder de diseño para Instagram, explica en un capítulo de la serie Abstract, la importancia de caminar por lugares nuevos y observar el entorno sin alguna intención en particular.

Por ejemplo, la idea de diseñar los primeros filtros con los tonos y colores de ciudades para que fueran una nueva función de las historias en Instagram, surgió precisamente de una de esas caminatas “sin sentido”.

Visitar lugares poco habituales para ti, desconectarte de tus dispositivos electrónicos o simplemente sentarte algunos minutos en la banca de un parque y observar a tu alrededor son otros ejemplos de actividades propicias para detonar la imaginación.

Intenta tener a diario intervalos de tiempo en los que te desconectes deliberadamente, sin hacer nada, ni pensar en nada; puede ser un detonante poderoso para encontrar soluciones creativas para tus problemas más complejos.