¿Cuántas veces te has propuesto hacer algo nuevo en tu vida? ¿Cuántas veces realmente lo has llevado a cabo tal y como lo imaginabas?
En mi caso las metas que he alcanzado en mi vida, ninguna sucedió exactamente como la visualizaba en mi mente.
Esto me ha llevado a pensar en sí realmente vale la pena establecer metas.
Me pregunto… ¿Para qué? Sí al final del día las oportunidades en la vida se presentan aleatoriamente.
Sin embargo, cada vez descubro que no funciona así.
Lo que nos planteamos hacer, moldea y transforma nuestra realidad poco a poco. A veces de manera imperceptible en el corto plazo.
Lo que hoy somos es tan solo un resultado de lo que sí hicimos y de lo que dejamos de hacer en el pasado.
La única forma de aspirar a un futuro mejor es definiendo mejor lo que haces ahora, en tiempo presente.
Tanto las oportunidades que puedes detectar como tu capacidad para tomar decisiones están en comunión con la forma en la que te percibes a ti mismo.
¿Cómo puedes mejorar tu autopercepción?
Estableciendo metas que sean importantes para ti ahora.
Una meta es una declaración firme de cómo te quieres ver un futuro. Un resultado deseado. Un compromiso contigo mismo que te motiva porque sabes que vale la pena conseguir.
Para que una meta se forme adecuadamente es fundamental que tenga un significado importante para ti. Que se alinee a tus valores, personalidad e intereses.
Una meta escrita vale más ya que la palabra escrita tiene poder. Ver lo quieres plasmado, te sirve de guía para asumir un rol activo en el proceso de hacer que ese “deseo” se cumpla.
Existes varias sugerencias para redactar tus metas. En este artículo quiero compartirte el formato PICS.
El formato PICS consta de 4 características que tienes que tomar en cuenta para que una meta sea significativa y “más fácil” de alcanzar.
La primera es que debería ser planteada en Positivo. Es decir haciendo hincapié en el resultado que quieres mejorar en tu vida.
Por ejemplo: “Ya no quiero gastar tanto dinero” no es un planteamiento que te impulse a mejorar tus finanzas personales.
Para este caso, podrías plantearte este escenario: “A partir de hoy voy a llevar un control diario de mis ingresos y gastos”.
No se trata de reforzar la conducta negativa que te ha traído a donde estás ahora. La idea de escribir tu meta en Positivo es cambiar la percepción que tienes de una conducta por un escenario ideal para ti.
También debes de tener en cuenta que sea algo de acción Inmediata; es decir que estés en la disposición total de hacer el cambio AHORA. No para mañana. No para algún día. Si no inmediatamente.
Recuerda que solo lo que haces en el presente te ayuda a mejorar tu futuro. Si dejas que tu meta se postergue para después, será difícil que lo consigas.
Una meta tiene que tener una intención Concreta, un resultado que puedas visualizar. Si dices que vas a “Mejorar tu condición física” no te ayuda a ver un resultado claro.
¿Cómo podrías saber si realmente estás en un mejor estado físico?
Es una pregunta algo subjetiva. Lo podrías resolver planteando lo que tienes que hacer para alcanzar esa “buena condición” que te permita ver resultados evidentes en tu cuerpo.
Ejemplo: “Voy a correr 30 minutos en la unidad deportiva, todos los días” esto no da margen a interpretaciones. Es una acción concreta.
Ser concreto con el resultado que esperas obtener ayuda a tu cerebro a generar más ideas que contribuyan a alcanzar esa meta.
Finalmente pon mucha atención a los detalles que harán que pases a la acción. Para esto deberás ser Específico cuando definas qué es lo que realmente deseas obtener, cuándo empezarás a trabajar para alcanzar tu meta (aseguráte que sea lo más pronto posible) y en qué lugares vas a estar llevándola a cabo.
Cuando pones a tu cuerpo y mente a trabajar en todos estos aspectos, el panorama para conseguir lo que quieres en la vida se ilumina y se torna más claro.
Espero estas sugerencias te sean útiles y las lleves a la práctica para que consigas aquello que anhelas en la vida.
